Si quieres cuidar de tus propias finanzas de manera efectiva, entonces tendrás que hacerlo de la forma correcta. Hasta ahora, he escrito mucho sobre cómo salir de las deudas. Esto se debe a que mientras no nos deshagamos de ellas, será difícil construir nuestra seguridad financiera. Ahora es el momento de hablar sobre otro objetivo muy importante: crear un fondo de emergencia.
La pérdida de trabajo, la avería del motor del coche, enfermedades, emergencias sin cobertura, son sólo algunas de las situaciones fortuitas que nos obligan a llegar hasta el fondo de nuestros bolsillos. Aunque seamos muy optimistas, este tipo de eventos podrían encontrarnos tarde o temprano. Afortunadamente podemos contar con ahorros destinados para afrontar adversidades como estas.
¿Qué es un fondo de emergencia?
Esto no es más que una suma de dinero que debe ser recolectada y colocada en el lugar correcto para proporcionar un “amortiguador” entre nosotros y los desafíos de la vida diaria. En mi opinión, esta cantidad debería ser al menos seis veces nuestros gastos mensuales.
Sobre todo, se trata de darnos tiempo, en una situación difícil, para poder actuar correctamente y sin presiones. Por ejemplo, si pierdes tu trabajo, no tendrás que rogar por un empleo y aceptar ciegamente la primera oferta. Tendrás medio año para pensar en todo con calma, prepararte bien y buscar el trabajo que más te convenga. Los beneficios de tener un fondo de este tipo podrían multiplicarse indefinidamente.
Sin embargo, la mayor ventaja de tener un fondo de emergencia es que te protegerá de caer en deudas. Si no tienes ahorros y tu nevera se estropea, ¿qué vas a hacer? Probablemente irás a comprarlo a plazos. El fondo de seguridad actúa como un escudo que nos permite mantenernos alejados de la deuda.