Investigaciones recientes, han podido visualizar que fomentar actividades para bailar coreografías entre adultos de la tercera edad, van incentivando la densidad de materia blanca del cerebro, lo que condiciona a una mejoría en el sistema de salud, desde la calidad cerebral.
Los máximos resultados, se han podido destacar entre las actividades como bailar danzas, retrasando así la degeneración progresiva del estado neurológico, a pesar del paso del tiempo.
Con el baile se mejor la coordinación, teniendo efectos altamente rápidos y progresivos en la mejoría de su comunicación evitando la desconexión estructural de las funciones cognitivas asociadas a los cambios de la vejez.