Deoleo va perdiendo, en estos momentos, un 10% en el mercado continuo madrileño, y casi parece poco a la vista de sus pérdidas de 179 millones de euros durante el año 2016. Esta enorme cifra triplica las perdidas de 2015 y pone a la empresa (que sigue siendo líder mundial en la producción de aceite de oliva) en una situación muy peligrosa, ya que incurre en causa de disolución por el desequilibrio entre patrimonio neto y capital.
Los continuos cambios en la directiva parecen tener explicación. Nadie ha querido hacerse responsable de semejante desbarajuste en las cuentas. Desde Deoleo se asegura que un cambio en la manera de llevar al papel las pérdidas han significado el aumento de 53 millones de euros, pero aunque no fuese así, y contabilizasemos de la manera que más interese a los directivos de Deoleo, las pérdidas siguen superando los 125 millones de euros.
Cada uno debe hacerse responsable de su patrimonio y de sus inversiones, pero a la vista de los números no parece buena idea acercarse a este valor hasta que no quede bien clara su situación. En caso de disolución y de tener que amortizar deuda el accionista es de los últimos en cobrar. Vender con perdidas, incluso, puede ser un mal menor.
