Prisa fue, en el pasado, uno de los gigantes de la comunicación en España. Propietario del periódico más leído (El País), de canales de TV con audiencia o clientes de pago (Cuatro o Canal +) y de la más reputada editorial de libros de texto escolares (Santillana). El declive de la publicidad en la prensa escrita y el descenso de lectores, las decisiones equivocadas en su sección de televisión y una excesiva deuda han provocado que de aquel imperio de la comunicación no quede nada más que un periódico erráticamente dirigido con cada año menos lectores.
El sector de la comunicación y la prensa escrita es muy competido y con pequeños margenes. Debemos buscar empresas que sepan manejarse en este escenario de incertidumbre y con poca deuda para afrontar el futuro con un margen de seguridad. Prisa no es por tanto una opción de inversión. Recomendable no negociar con esta acción, que ni siquiera es lo suficientemente volátil como para pensar en especular con ella.