Los trastornos de salud relacionados con el estrés más comunes

0
1468

Los desarreglos del sueño, estado depresivo, la ansiedad, el nerviosismo, ciertos desarreglos psicosomáticos, son indicaciones posibles de la fitoterapia y de la aromaterapia.

Las plantas medicinales autorizadas no tienen la potencia farmacológica de los medicamentos de síntesis, pero por el contrario, no poseen sus inconvenientes como puede ser una somnolencia tenaz, problemas de memoria, falta de inhibición con tendencia al suicidio, desarreglos orgánicos variados, adicción, etcétera.

Las plantas medicinales son una buena solución cuando el desarreglo neuropsicológico: el insomnio, la ansiedad, la depresión, la inestabilidad, es moderado, soportable por el enfermo, y que se asocia con la fitoterapia o los aceites esenciales de las medidas higienicodietéticas y a veces con la ayuda de un psicoterapeuta.

El insomnio es la falta del sueño reparador, la duración del sueño es menos importante que la calidad de este sueño.

Se trata de un problema muy común, sobre todo en las sociedades modernas donde el nivel de estrés nervioso diario es alto y donde la práctica de una actividad realmente física es mucho más baja que en los países menos desarrollados, donde faltan las máquinas y donde el tiempo tiene menos importancia.

El estrés nervioso cotidiano de origen externo

La esclavitud del reloj, el ruido permanente de la ciudad, la intensidad del tráfico urbano y su peligrosidad, la agresión química de la contaminación aérea en las grandes aglomeraciones o en las zonas industriales, la permanencia de luces urbanas, la comida ingerida a toda velocidad sin descanso, acompañada de bebidas con estimulantes, los largos desplazamientos en lugares confinados y sobrecargados, las repentinas modificaciones del ritmo biológico, las dificultades profesionales, sin olvidar la televisión, los videojuegos, y las largas horas delante de la pantalla del ordenador.

La ausencia de actividad física normal

Normalmente nos desplazamos en vehículo, se utilizan máquinas, el cuerpo está más atento pero más inactivo, la persona se ve obligada a permanecer largo rato sentado o de pie en una posición incómoda.

El insomnio puede ser igualmente la consecuencia de un desequilibrio psíquico grave, de un estado de ansiedad, de un estado depresivo, o de un desarreglo endocrino.

La inestabilidad caracterial, la tendencia a la hiperactividad un poco desordenada, el nerviosismo de los adultos y de los niños suelen ser la consecuencia de un problema de sueño, pero a veces también la causa del insomnio.

El sueño está bajo la dependencia de un equilibrio complejo entre varias partes del cerebro y entre las sustancias activas sobre las células del cerebro. los neurotransmisores. Cuando este desequilibrio se vuelve crónico y organizado, el insomnio se vuelve tenaz, y difícil de controlar.

De forma general, el sueño se prepara. De hecho, la mayoría de las personas tienen sus pequeños rituales antes de irse a la cama: fumar un último cigarrillo, beber un vaso de agua, una bebida caliente, rezar, leer, etcétera.

Se trata de gestos que ofrecen seguridad y refieren a una época en la que nos dormíamos con una caricia materna, o un peluche entre los brazos. Estos rituales son el equivalente simbólico de los objetos transicionales, que siendo niños, nos unían a la madre y nos permitían mantener el contacto con ella, incluso durante su ausencia.