Las inversiones surgen de la necesidad de crear activos, esto es algo que nos produzca ganancias monetarias, y aunque muchas veces se dice que estas ganancias vienen, en las inversiones, de muy poco trabajo, lo cierto es que para poder realizar inversiones que sean positivas se requiere de mucha dedicación a la investigación además de mucha atención al ámbito político – económico en el que se desenvuelva nuestro dinero.
Invertir con sentido
Sin embargo, aunque no es algo fácil tampoco queremos dar a entender que sea algo imposible o que está destinado únicamente a los eruditos de las finanzas, más bien recalcamos el hecho de que una inversión no es dinero fácil.
Una de las razones que podemos dar para animarlos a invertir es la siguiente: seguridad. Y no hablamos de un riesgo nulo al momento de invertir, sino que más bien nos referimos a la posibilidad de tener una fuente de ingresos que nos permita responder a nuestras necesidades económicas en variación del tiempo.
De manera que si en el presente contamos con un capital disponible en vez de gastarlo la mejor opción es la de invertirlo para que en el futuro podamos contar con un poco más de dinero en el caso en que en verdad lo necesitemos por algún incidente externo a nuestras circunstancias.
La segunda razón que podemos dar para invertir tiene que ver estaremos creciendo personalmente y estaremos dejando una educación financiera de mejor calidad a nuestros hijos o familiares, con lo que no solo nos estaremos beneficiando financieramente personalmente, sino que también estaremos ayudando a que nuestros familiares aprendan y tengan un mejor futuro financiero, y esto no solo implica inversiones, sino también el manejo del dinero disponible y créditos o manejo de algunos pasivos que en vez de generar ganancias, causan costos. Sin duda dos razones muy válidas para animarnos a entrar al mundo de las inversiones.
