Venezuela ha tomado una decisión que ha sido largamente esperada, aumentando el precio del combustible en un intento de hacer frente a la «inflación penal».
Desde 1997 y regulados por el gobierno de Venezuela, los precios de la gasolina no se han movido de 0.098 bolívares el litro. Eso es menos de 0,02 dólares y con toda seguridad es el precio más barato del mundo, seguido por los productores de petróleo compañeros de Kuwait y Arabia Saudita.
Pero al otro lado de la frontera, los brasileños pagan más de cinco veces más. Mientras tanto, en algunas partes de Colombia, los precios de la gasolina pueden ser de hasta un 7.000 por ciento más altos.
El nuevo plan de precios, un bolívar o 0,20 dólares por litro de 91 octanos y seis bolívares o 1.20 dólares por litro de 95 octanos, sigue siendo bajo en comparación con otros países.
El presidente Nicolás Maduro explicó que con todos los nuevos ingresos que se consigan gracias a esta subida del petróleo, lo empleará en obras sociales del país, como la educación y la vivienda.
«Quiero pedir a la gente que reciba y apoye esta nueva subida«, dijo Maduro en el anuncio de la reforma, junto con una reforma económica masiva. «Con este nuevo sistema de precios de la gasolina vamos a financiar todas las obras sociales del país.»
Maduro anunció que los ingresos del petróleo se redujeron a 3 mil millones de dólares en enero del 2014 y a una alarmante cifra de 77 millones de dólares en enero de este año.
Maduro acordó congelar la producción si otros grandes exportadores se unen al pacto. Con menos petróleo produciendo y disponible en el mercado, podría aumentar su precio.
El precio del petróleo empezó a caer a mediados del 2014, por la creciente producción de la OPEP. En diciembre del año pasado, el precio cayó a un mínimo histórico de 29 dólares el barril, un tercio de su precio en el 2013.
Maduro destacó 14 nuevos «motores» como son la carpintería y el turismo, para impulsar la actividad económica y dejar de depender del petróleo.