Una de las principales razones por las que se fracasa en las inversiones es que se invierte sin entender las normas que las regulan ni tampoco se comprende de qué se trata. En términos generales, una inversión es una generadora de ingresos valiosos que tiene características muy importantes que todos deben conocer antes de llevarla a cabo.
Características de una inversión
Es importante entender que cada posesión, pertenencia o propiedad, debe satisfacer dos condiciones antes de que pueda ser considerada como una inversión. La primera característica de una inversión es que debe ser valiosa, debe ser algo útil o importante. Por lo tanto, cualquier posesión, pertenencia o propiedad que no tiene valor, no es ni podrá ser nunca una inversión.
Toda inversión tiene un valor que puede ser cuantificado en términos monetario, por esa razón se dice que cada inversión tiene un valor monetario. La segunda característica importante de una inversión es que, además de ser un recurso valioso, también debe ser generadora de ingresos. Es decir, que sea una inversión capaz de hacer dinero para el propietario o al menos contribuir a que su propietario pueda hacer dinero.
En consecuencia, cualquier posesión, pertenencia o propiedad que no pueda generar ingresos para el propietario o al menos contribuir a que genere ingresos, no es ni podrá ser una inversión, independientemente del valor que tenga o que tan preciosa sea.
Ahora bien, una inversión que no genera dinero en sentido estricto o que no contribuye a generar ingresos, ahorra dinero. Tal inversión le ahorra al propietario algunos gastos que habría estando generando en su ausencia, aunque puede carecer de la capacidad de atraer algo de dinero para el inversor.
De esta manera la inversión genera dinero para el propietario, aunque no en el sentido estricto. En otras palabras, aun en este modo la inversión todavía realiza una función de crear riqueza para el inversor.