El negocio de las franquicias inmobiliarias ha vuelto al punto de mira de cualquiera que este inmerso en el mundo financiero, tras el fracaso sucedido durante la crisis, el 70% del sector desapareció. Un sector en el que había alrededor de 41 enseñas y más de cuatro mil locales que facturaban cantidades por más de 1,000 millones de euros y emplearon a 18.340 personas, entre 2006 y 2008.
Las franquicias inmobiliarias, son el tercer sector que más avance reflejo durante el año, con un 23%. Están en el grupo de actividades financieras, que crecen a buen ritmo y se mantienen en crecimiento en los últimos años.
Las sociedades de inversión inmobiliaria conocidas comúnmente como “socimis” se han convertido en uno de los motores de inversión más llamativos dentro del mercado financiero. Las cuatro “socimis” con mayor impacto y relevancia son: Merlín Properties, Hispania, Lar y Axiare. Ganaron en el primer trimestre del año en curso, un total de 73.3 millones de euros, lo que significa un aumento de casi el triple de los 28,8 millones que lograron en el mismo trimestre del 2015.
Las “socimis” son ya los principales protagonistas del mercado inmobiliario español. Las cuatro grandes sociedades, han logrado destacadas adquisiciones de centros comerciales en Sevilla y Valencia, así como edificios y cadenas hoteleras en los últimos meses.
Estas sociedades están reviviendo un sector que se encontraba en depresión gracias a, las ventajas fiscales de las que gozan y otros factores con los que apoyo el gobierno Español.
La mayor parte de sus ingresos provienen de arrendamientos de centros comerciales, oficinas, hoteles y otros inmuebles que adquieren con las aportaciones de sus inversores.
Las cuatro grandes sociedades, nacieron a partir de 2012, cuando el Gobierno del PP aprobó una normativa fiscal para regular este tipo de sociedades y ofrecerle beneficios para su crecimiento a largo plazo.
Para ello otorgó a las “socimis” ciertas ventajas fiscales: Un ejemplo de esto es que los beneficios que generan están exentos del impuesto de sociedades y gozan de bonificaciones de hasta el 95% en el impuesto de transmisiones patrimoniales. Claro, esto si cumplen una serie de requisitos previos.