Ingeniero de Volkswagen rompe el silencio tras un año del fraude de emisiones

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Uno de los empleados de Volkswagen que desarrollaron el famoso sistema que permitió al fabricante alemán de vehículos falsear la información de emisiones que producían sus vehículos diésel ha hablado a cerca de lo sucedido. James Liang, un veterano de la compañía de Wolfsburgo, se convierte en el primer culpable por participar en el fraude. El ingeniero admitió que participó en un proyecto que tenía como único fin, engañar a los reguladores y a los consumidores.

Volkswagen y el fraude de emisiones

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James Liang rompe el silencio a pocos días de que se cumpla el primer año desde que este escándalo ocurrió. El pasado agosto ya trascendió que el Departamento de Justicia tiene pruebas suficientes para actuar contra Volkswagen por la vía penal.

Con su declaración de culpabilidad ante un tribunal federal en la ciudad de Detroit, el ingeniero Liang se pone a total disposición con las autoridades de Estados Unidos para cooperar con información y así reducir su condena. Eso podría obligar a Volkswagen a pactar acuerdos por el silencio de otros empleados que se vieron envueltos en el fraude.

James Liang, que solía formar parte del núcleo de ingenieros que diseñó la mencionada trampa electrónica que arrojaba cifras de emisiones más bajas de las reales, se enfrenta ahora a una condena de cinco años.

Implicado desde 2006

El primer modelo que integró el dispositivo para engañar las cifras de las emisiones se instaló en el modelo Jetta del año 2006. Liang estuvo presente en las pruebas que realizaron los reguladores de emisiones en el estado de California entre los años 2014 y 2015 cuando se dieron cuenta que había un enorme desfase entre las pruebas que se realizaban en el laboratorio y con los coches moviéndose en condiciones de tráfico normales.

Volkswagen admitió la existencia del dispositivo en septiembre del pasado 2015, cuando la agencia de protección del medio ambiente procedió a suspender la venta de los modelos diésel en Estados Unidos. La compañía ha gastado más de 16.500 millones de dólares para compensar a los 482.000 usuarios que se vieron afectados.